April 5, 2010
¿Sabías que el azúcar puede explotar?
¿Y también la harina, el chocolate y las semillas de tomate? Cuando se reducen a polvos finos pueden crear un peligro de explosión que si llega a ocurrir puede generar situaciones de gran riesgo
Por ello, es muy importante reducir en el espacio de trabajo los niveles de polvo orgánico al mínimo mediante una rigurosa limpieza. Su recolección, filtrado y tratamiento son básicos para eliminar las partículas del aire y su acumulación. Para regularizar estas situaciones en las que se concentran grandes cantidades de polvo, en 2003 entró en vigor la normativa europea ATEX (Atmosphere Explosive) que prevé que todos los ambientes industriales calificados con riesgo de explosión deben cumplir unas reglas específicas de seguridad.
Los aspiradores NILFISK-CFM versiones ATEX aspiran el polvo orgánico disminuyendo su concentración con la máxima garantía. Mayor limpieza de las zonas de trabajo y mayor seguridad de los trabajadores. NILFISK CFM sólo trabaja con soluciones de limpieza convenientemente certificadas y homologadas.
Pero, ¿por qué explota el azúcar?
Supongamos que para elevar la temperatura de un trozo de azúcar de 30gr hasta la temperatura de combustión, necesitamos X Kcal. Cuando la reacción en cadena comience, desprenderá X Kcal/Kg de azúcar que se queme.
La energía que necesitamos para elevar su temperatura será mucha y el proceso será lento. Pero si pulverizo el azúcar hasta conseguir un tamaño de partícula muy pequeña, por ejemplo azúcar glas, obtendremos 30g. de polvo de azúcar. ¿Qué sucede entonces? Muy sencillo. Al lanzar el polvo de azúcar al aire s mezclan con el oxígeno. Si aplicamos una pequeña cantidad de calor sobre las partículas en suspensión, las minúsculas de azúcar aumentan rápidamente de temperatura liberando su energía calórica y da comienzo una reacción en cadena que inflama rápidamente. Obtenemos de esta manera una explosión/ deflagración instantánea.
Esta propiedad del azúcar es compartida también por otros productos de uso tan cotidiano como la harina, el chocolate, las semillas de tomate, que en forma de polvo pueden llegar a explotar.