Tres de las principales ventajas de la limpieza con agua caliente son:
Eficacia
Resultados de limpieza mejores y más rápidos
Higiene
Reducción del número de bacterias y virus
Sostenibilidad
Menor consumo de recursos
Eficacia: resultados de limpieza mejores y más rápidos
Al igual utiliza el agua caliente para remover toda la suciedad fácilmente en tus tareas domésticas, ésta ofrece también mejores resultados y más rápidos en aplicaciones comerciales e industriales.
En colaboración con el Instituto de Tecnología de la Limpieza (Wfk), llevamos a cabo pruebas en las que comparamos el lavado a presión con agua fría y caliente, y descubrimos que, en todas las aplicaciones, el agua caliente redujo el tiempo de limpieza en un 40 %. En algunos casos, como cuando había grasas y aceites, la limpieza con agua caliente era cuatro veces más eficaz que la limpieza con agua fría. Esto se traduce en una reducción del tiempo de las tareas de limpieza del 75 %.
Tómate un momento para pensar cuánto podrías limpiar tu equipo, con un 40 % (o 75 %) más de tiempo. Es posible que tengas tiempo para limpiar áreas o equipos de alto uso con más frecuencia o para realizar tareas esenciales de limpieza que requieren un trabajo más a fondo.
El uso de agua caliente también reduce el tiempo de secado después de la limpieza, lo que significa que las áreas y los elementos que has limpiado estarán disponibles con anterioridad. Por ejemplo, si estás desinfectando los carros de la compra, el agua caliente te ayudará a volver a ponerlos al servicio de los usuarios con mayor celeridad. O por ejemplo, si estás limpiando suelos, estas superficies se podrán reabrir antes, evitando riesgos de resbalones y/o caídas.
Higiene: reducción del número de bacterias y virus
Limpia y, a continuación, desinfecta (o higienicza, según el nivel de limpieza requerido). Este es el método más eficaz para la eliminación de gérmenes en la limpieza de superficies.
El calor es un factor clave para combatir los gérmenes. Un estudio de la Oficina Estatal de Agricultura de Thuringen reveló que, aunque la limpieza con agua fría no tuvo ningún impacto en el recuento bacteriano, el aumento de la temperatura a 60 ̊C redujo el número de colonias bacterianas en un 90 %. A 80 ̊C las colonias bacterianas se redujeron en un 97 %, y a 155 ̊C se eliminaron por completo.
El calor también puede ayudar a combatir los virus. Por ejemplo, el virus que causa el COVID-19 es sensible al calor y puede desactivarse si se expone a 56 °C durante 30 minutos. El agua caliente por sí sola no es suficiente para la higienización o desinfección, pero puede reducir el recuento de bacterias y virus en las superficies como preparación para el siguiente paso.
Para obtener más información sobre la limpieza con agua caliente, descarga nuestro PDF en el que encontrarás: Ocho pasos para reducir o eliminar los gérmenes con hidrolimpiadoras de alta presión y agua caliente.
Sostenibilidad: menor consumo de recursos
Por último, la limpieza con agua caliente reduce el consumo de recursos en tres aspectos principales.
Agua
Como el agua caliente reduce el tiempo de limpieza, se necesita menos agua. Por cada 1000 litros de agua necesarios para la limpieza con agua fría, una hidrolimpiadora de agua caliente ahorrará al menos 400 litros.
Energía
Los tiempos de limpieza más cortos también implican un menor consumo de energía.
Productos químicos
En algunos casos, el agua caliente puede reducir o eliminar la necesidad de detergente porque el calor es suficiente para eliminar la suciedad. Si estás desinfectando o higienizando, deberás seguir utilizando un desinfectante adecuado para este paso, pero seguirás reduciendo la cantidad total de producto químico que necesitas utilizar.